Septiembre 19 de 2011 Se busca una sonrisa Hace días, quizá meses me dirigía a la Universidad, iba en al autobús y  como de costumbre en el último puesto al lado de la ventana, de repente mirando por la ella  notaba la gente caminar cabizbaja y de afán;  mirando estas escenas se me vino a la mente una idea algo tonta o estúpida para muchos, pero  divertida para mi,  me dije: - miraré   la gente que pasa caminando o que está esperando buses en los paraderos y me fijaré  en cuantos se encuentra una sonrisa. En efecto así fue, me vine lelo mirando por la ventana,  miraba las personas, les veía afanadas, gente con rostros agrios mirando el reloj, madres con sus niños para el colegio (deduzco ello) agitadas,  otros discutiendo, otros hablando, algunos caminaban distraídos; Pensé después de mirar unos 15 minutos  – ¿No habrá alguien sonriendo, alguien que sin saberlo participe de este “experimento”? así transcurrió todo el recorrido, el cual duro unos 30 minutos, al bajarme del Autobús pensaba: “Son las 7:am y las personas caminan como robots, rostros agrios, miradas grises, ¿Qué pasará? Posterior a esta experiencia me encontraba meditando cuando de repente se me venía a la mente un bello poema que se titula “reír llorando”, en el cual se manifiesta que la sonrisa es un relámpago triste; irónico esto pero real; el hecho no es reír o mostrar a diario y a cada momento una sonrisa, el hecho es disfrutar lo que somos, disfrutar lo que hacemos, ponerle ese optimismo a la vida, buscar esa motivación a la existencia, es allí y solo allí cuando dejaremos esas caras agrias y miradas grises, cuando llenemos de alegría nuestro corazón. Prov. 15: 13a “El corazón alegre hermosea el rostro” es totalmente cierto esto que encontramos en esta porción de la biblia; el corazón alegre, la vida que encuentra una motivación para su existencia, que se adhiere a un optimismo por disfrutar lo que hace, esa es la persona que en su rostro dejará ver ese carisma feliz, esa sonrisa aun en momentos difíciles, porque su corazón se encuentra lleno de gozo. ¿Podré encontrar una sonrisa cuando te vea? Por: Jabes Nahúm