Diciembre 05 de 2012
LAS SIETE P’s DE LA VIOLENCIA DE LOS HOMBRES
Reseña realizada por Jabes Nahúm
KAUFMAN, Michael. Conferencia Las siente P’s de la violencia de los hombres 1/2. Smd.
EL autor señala su experiencia frente a una sociedad donde se presentaban diferentes problemas de violencia contras las mujeres, observando así como algunas de ellas se oponían a ello y sorprendiéndose notablemente que hombres también tuvieran el mismo sentido. A ésta sociedad expuso su conferencia Las siente P’s de la violencia de los hombres, presentando su primer P, la cual denomina Poder patriarcal, arguyendo que la violencia del hombre hacia la mujer va muy ligada la experiencia de violencia del hombre hacia otros hombres y la constante de jerarquización de unos sobre otros; la segunda P, la llama Percepción, puesto que el hombre inconscientemente se cree con derecho a muchos privilegios y al no tenerlos o conseguirlos desarrolla actos de violencia; la tercera P, la nombra Permiso, dilucidando que a través de la historia la violencia ha sido permitida y utilizada aun como método conciliador de los problemas, lo cual ha hecho que ésta se vea como algo permitido; la cuarta P, la llama La paradoja del poder de los hombres, ya que resulta curioso que el poder limite al hombre de gozar de algunas acciones favorables (ejemplo, limita disfrutar de la crianza de los hijos), es por ello que la violencia de los hombres es el resultado de su percepción sobre los privilegios y la forma como a creído que ésta le sirve como método conciliador; la quinta P, la denomina La armadura psíquica de la masculinidad, definiendo así al hecho de que el hombre ha sido formado con unas estructuras típicamente basadas en las distancias emocionales, es decir que éstos se crean una armadura que les imposibilita sentir el dolor que están causando, La sexta P, la explica como la Masculinidad como olla psíquica de presión, en muchas culturas (por no decir todas) se crea la convicción de que masculinidad va ligada a la no manifestación de emociones y/o sentimientos, por esta causa el hombre considera que masculinidad es sinónimo de poder y al no tenerlo busca alternativas de llegar a él, siendo la violencia un camino. Comúnmente se observa como muchos (no es solo comportamiento de hombres, tampoco de todos ellos) al enfrentarse al temor, miedo, preocupación, etc., reaccionan con ira, puesto que consideran que es la única emoción válida para ellos; la séptima P, la describe como pasadas experiencias, debido a que en muchos hogares los hijos crecen en un ambiente de violencia, observando como el padre maltrata la madre, viéndose ello como una norma de conducta; sin embargo algunos a diferencia de los que crecen interiorizando esa violencia, crecen repudiándola.
El autor propone como posible solución a estas P’s, una reestructuración de los modelos culturales, puesto que es allí donde se gestan las conductas negativas y las percepciones erradas, de igual forma plantea que debe crearse una nueva definición de masculinidad, debido a que los conceptos que la definen invitan a los hombres a tener conductas violentas, de igual forma propone la necesidad de una interacción más formal de hombres con mujeres, buscando así una mayor comprensión entre ellos.
De acuerdo a lo que expone Kaufman con las siete P’s de la violencia de los hombres, considero que es pertinente su análisis hecho, debido a que la violencia de los hombres es algo que acongoja a todas las culturas. Ésta problemática no es exclusiva de un grupo, antes bien es un problema general que debe tratarse como tal, no obviándose como en algunos países donde sus constituciones plantean casi que una inmunidad a estos casos de violencia (más exactamente a la de hombres hacia mujeres). Sin embargo no se debe ignorar que muchas actitudes tanto de hombres o mujeres hacia los hombres son causantes de una respuesta violenta por parte de ellos, y aunque no se debe justificar la violencia como método de demostración de poder ni como medio para tener e infundir respeto, si se debe comprender que este asunto demanda una responsabilidad individual, donde cada sujeto aporte desde su participación en cada evento, es decir evitando provocar y evitando exaltarse; buscando otras alternativas, tales como el dialogo y la tolerancia.
De igual forma debe entenderse que la violencia de los hombres es algo que compete y perjudica a toda la sociedad, entendiéndose ésta como los hombres y mujeres en todas sus edades, ya que estas manifestaciones de violencia no solo se ejecutan de unos hacia otros, sino que forman acciones sistemáticas y repetitivas donde cada quien buscara ejercer alguna manifestación de violencia sobre su prójimo, arguyendo multiplex justificaciones para ella; por lo tanto la responsabilidad que nos impele es buscar y adquirir compromisos que lleven a una mejor convivencia y a una mejor sociabilidad entre todos, reconociendo que muchas veces no hay que buscar caminos para ello, sino construirlos, fomentando diálogos donde puedan existir posturas iguales y compromisos en pro de un mejor disfrute de la existencia. |