Hablar de política para algunos es hablar en contra de la religión, es un antagonismo que se ha creado en algunas mentes para evadir la responsabilidad social;  ahora bien, en contra de esas mentes insulsas, me permito escribir algo sobre la Cumbre de las Américas.

No es para nadie desconocido que faltaron algunos presidentes, lo cual fue inteligente de parte de ellos porque en Cartagena no se hizo nada más que “perder el tiempo”. Hubo unos temas importantes que estaban sobre la mesa, pero que no fueron abordados; y para quienes escuchamos al presidente Santos, por un momento pudimos haber pensado en la seriedad y honestidad de sus palabras que obviamente se van flotando por el aire frente a la realidad que vemos cada día en nuestro país, Colombia.

El tema de la drogadicción y el narcotráfico quedaron suspendidos, como en una especie de limbo,  quedó mencionado, pero no se trató el tema de la despenalización de la droga, aunque Obama dejó claro su punto “No a la despenalización de la droga”, pero ¿qué otra solución propone? -  ninguna y  La razón es simple, los estadounidenses están enseñados a dar órdenes pero sin trabajar en argumentos; lo cual es un déficit grave a la hora de establecer el diálogo. No es mi interés presentar mi punto de vista sobre el tema, lo que quiero dejar claro es que nadie sabe qué hacer al respecto y les da miedo tomar medidas arriesgadas (Pero ¿qué es más arriesgado que el narcotráfico y la drogadicción de miles de jóvenes de manera ilegal? No sé). Ahora bien, recordemos que la educación no es una opción para nuestro gobierno.

Por otro lado, el tema de Cuba, bastante complejo, sigue quieto.

Y otro tema que quedó sobre la mesa corresponde a los intereses del país Argentino; de nuevo, no me interesa presentar mi punto de vista al respecto, lo que queda claro es que hay un miedo hacia los ingleses; pero este es un asunto de soberanía y autoridad que compete a todo el continente americano, lastimosamente pocos le ven su real importancia.

En fin, se gastaron aproximadamente 90 millones de dólares (se especula esa cantidad) en la logística del evento, dinero que, como insistimos algunos, sirve para alimentar a millones de personas, y todo ¿para qué? Para nada. ¿Para nada? No, no seamos tan pesimistas. A continuación voy a mencionar el resultado de tal evento:

Quedó en evidencia la hipocresía y falta de amor por el pueblo al esconder la realidad colombiana frente a los presidentes. Esconder a las personas que viven en las calles, a los vendedores ambulantes y a los perros callejeros es la mejor manera de negar la realidad de nuestro país. ¿Por qué no queremos que los otros vean nuestra realidad? Porque nos da asco, esa es la verdad. Pero no hacemos nada para cambiar la realidad, preferimos esconderla.

Los agentes de Obama, en cambio, mostraron los sentimientos de los estadounidenses para con nosotros los colombianos,  vinieron a estar con  prostitutas y no les quisieron pagar. ¿Acaso no tenían dinero para hacerlo? Obviamente esa no es la razón, es porque dentro de su espíritu se consideran dueños de nosotros. Y, no es por nada, pero Colombia se ha convertido en la prostituta de Estados Unidos. Ellos vienen a comernos cuando se les da la gana y se van sin pagar. ¿Acaso no fue eso lo que hizo el presidente Santo con el famoso TLC y con la “ley lleras”? Por eso aquí en Colombia proliferan empresas extranjeras que traen obviamente más fundamento económico y ahogan las empresas locales, llevándolas a la quiebra por la falta de demanda y la mucha oferta. ¿Que se dan más empleos? Si, pero peor pagos. Además los dueños no cambian, son extranjeros. ¿Que hay mayor oferta y más barata? Claro, pero en detrimento de las empresas locales.

Y después nos quejamos. Lo curioso es que nosotros en vez de cobrar lo que hacemos es pagar, o eso era lo que pretendía aquel sujeto que quería regalarle su burrito al presidente Obama. Obviamente Obama no se va a llevar un miserable burro, pero lo más inteligente que hubiera hecho era haberlo recibido y luego volvérselo a vender; estoy seguro que aquel tipo se lo hubiera comprado.

Ahora, veamos los sucesos que fueron noticia:

Colombia empató un partido amistoso con Bolivia. Noticia de suma importancia para los medios de comunicación. ¿A quién carajos le puede interesar eso? Claro, a nuestros queridos televidentes colombianos.