El día 10 de Abril del 2012 el congreso aprobó la “ley lleras”  en medio de la ignorancia y el afán. No hubo el debate argumentativo y concienzudo acerca del tema, tampoco hubo garantías en la discusión ya que le impidieron a la senadora Gilma que explicara sus puntos, se calló a la oposición por ser oposición simplemente y finalmente no se tuvo en cuenta la voz del pueblo. Esto fue lo que los colombianos pudieron ver en el canal del congreso, suceso que no fue censurado  y  aún pocos colombianos vieron.

Lo interesante es que aún después de ser aprobada, muchos colombianos siguen ignorantes acerca del tema. Es aquí que expongo el primer punto: si habiendo libertad de expresión y libre difusión de la información, la gente sigue tan ignorante de temas tan importes ¿cómo será ahora con esta ley que prohíbe la libre difusión de la información? Es que esta ley lo primero que prohíbe es que se difundan textos que estén protegidos por los derechos de autor, es decir, todo texto de periódicos, revistas, etc., no podrán ser compartidos por la internet. Además, se suma el hecho de que cualquier actividad privada que se realice y se grabe, tampoco podrá ser libremente publicada en la internet, por ejemplo, una obra de teatro, un concierto, etc.

¿Quiénes son los primeros afectados en este asunto? Las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.), las páginas de reproducción de videos (YouTube, Cuevana, etc.), las páginas de descargas de libros y/o videos y los buscadores (Google, Altavista, etc.) ¿Por qué? Porque difunden y comparten material que está protegido por las leyes a favor de los derechos de autor.

Pero es un derecho importante que hay que respetar y ellos tienen derecho a ganarse su platica. Pues sí y no, ya que en últimas los artistas, escritores, etc., no serán los principales beneficiados, sino que lo serán las empresas que los protegen a ellos; por esta razón, se reduce el círculo de personas beneficiadas por esta ley. Y adivinen, resulta que este pequeño círculo beneficiado resulta ser el sector más opulento de la sociedad, por obvias razones.

Y como último elemento a destacar es que los sectores menos favorecidos no podrán acceder al conocimiento, además que no se podrán hacer traducciones libres de textos al lenguaje de señas, ni dialectos de sociedades indígenas tal como quedó constatado en la desaprobación de la propuesta planteada por el senador Camilo Romero.

Esto en cuanto a la ley, ahora ¿qué decir en cuanto a su sanción? Pues se darán de 4 a 8 años y se impondrán multas de 26 a 1.000 salarios mínimos a quien se atreva a violar esta ley. Es decir,  en Colombia será más grave difundir un texto que robar en la calle.

¿Por qué la necesidad de aprobar esta ley? Porque el gobierno Colombiano quiere congraciarse con el gobierno estadounidense, ya que, como es sabido, próximamente se celebrará la VI cumbre de las américas donde vendrá el presidente Obama.

¿Qué se puede hacer al respecto? Lo mismo que ha podido hacer el pueblo colombiano en toda su historia, pero que pocas veces ha hecho. Lo que se puede hacer es salir a las calles y difundir la información de indignación en colegios, universidades, centros comerciales, entre otros lugares; hacer paros, dibujar grafitis, pegar pancartas, hacer huelgas,  y una infinidad de cosas más que dependerá de la creatividad del pueblo colombiano, de la cual fuimos testigos el año pasado cuando los estudiantes lucharon en contra de la reforma a la ley 30, todo esto sin llegar al bandalismo.