Marzo 04 de 2012
Volver a la “senda antigua”
En muchos lugares es común escuchar esta “linda” frase; algunos predicadores y líderes espirituales la usan como “frase célebre” en sus sermones.
No los culpo, antes bien, entiendo el buen el deseo de hacer de la iglesia una comunidad armoniosa, llena de fe y sana convivencia como la denominada “comunidad de los hechos” o la iglesia del siglo I.
Algunos exaltan la iglesia del primer siglo, y claro, fue una iglesia en muchos casos ejemplar, no obstante recordemos que pablo a los “romanos” les recordaba dejar el viejo hombre, a los “efesios y colosenses” el respetarse padres e hijos, a los “corintios” el dejar de estar divididos, a los “gálatas” el volver a lo que habían aprendido, etc., podemos notar que la iglesia en todo su tiempo ha enfrentado una seria de dificultades que a tenido que remediar.
Por lo tanto poniéndole sazón y entendimiento a esta frase, podemos notar que la hallaremos vacía en sí, y digo vacía, puesto que es imposible ignorar o pasar por alto 2000 años de historia, (Siglo I a Siglo XXI), por medio de la historia del cristianismo (o historia universal) podemos aprender y/o descubrir que la iglesia a través del tiempo que ha transcurrido se ha permeado de muchas cosas, tanto buenas como malas, los sincretismos y fetichismos en la iglesia de hoy son tantos, que en un análisis serio de la historia, nos daría como resultado que lo bíblico es corto y lo dogmático abunda en cada creencia o declaración de fe de las distintas comunidades religiosas.
Sin embargo debido a la poca investigación y las interpretaciones poco juiciosas de los textos, y a su vez estos aplicados a la realidad presente, se dice y se seguirá diciendo esta expresión como base y “lema doctrinal” en muchos lugares.
Cabe aclarar en este escrito, que la idea del mismo no es menospreciar o echar por tierra las buenas intenciones de muchos exponentes bíblicos, antes bien motivarles y motivar a todo creyente (lectores) a que no mengüe en su Orthopraxis de las enseñanzas bíblicas en su esencia, aunque para esto es necesario tener presente que los tiempos cambian y por notorias razones la cosmovisión de hoy (silgo XXI) no es la misma del Siglo I, y por ende no podemos comparar unas vivencias al punto de hacerlas similares obviando todo lo que ha transcurrido en estos años de historia.
Para tener una idea clara de lo anterior, es necesario tener en cuenta que las dinámicas éticas no son estáticas, por ello en el proceso de estructuración de la sociedad, también hace parte las aspiraciones éticas del mismo hombre, el cual con el correr del tiempo se enfrenta a nuevos desafíos morales que necesitan respuestas acordes con las dinámicas sociales actuales; es decir que el hombre junto con el mundo avanza, a lo cual la iglesia no debe quedarse con el solo deseo de ser una iglesia que impacte positivamente, sino que en efecto busque maneras de ser esa sal y luz (haciendo caso acertado a la propuesta del nuestro maestro) en el mundo de hoy.
P.d: no menciono el verso de Jeremías 6: 16, ya que este corresponde a una enseñanza en su momento, por lo tanto es bueno contemplarlo, pero no pretender que su función sea paralela teniendo en cuenta lo anterior mencionado.
Por: Jabes Nahúm.