Marzo 23 de 2012
Flores negras para la iglesia
Algunas veces es bueno pensar en algunos personajes, en esta ocasión en Charles Pierre Baudelaire, nacido el 9 de abril de 1821 y fallecido el 31 de agosto de 1867. Pensando en este afamado y perverso poeta y en particular en una de sus obras más controvertidas: “Las flores del mal” cuyos poemas fueron considerados “ofensas a la moral pública y las buenas costumbres” por lo cual fue procesado.
Ante tales acusaciones Baudelaire respondió:
“Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una ramera de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvredonde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias”
Mientras estaba pensando en éste, se me ocurrió pensar en ésta, en “la iglesia” (católica o protestante en este caso aplica para las dos), pues se me antoja en extremo parecida a aquella ramera que acompañó a Baudelaire al Louvre que era una lugar donde nunca había estado. Pero en este caso el Louvre es el mundo entero, la miseria humana, la pobreza, el hambre y la caótica sociedad en la que vivimos en la que al parecer la iglesia nunca ha estado o tal vez nunca ha querido estar.
La iglesia está aterrorizada y preocupada por las inmoralidades, por el sexo sin condón, por la virginidad de los adolescentes y por evitar el desvío en los hombres. Situaciones ante las que se rasga las vestiduras en un acto circense ridículo y sin autoridad moral, pues si se trata de hablar de rameras de a cinco francos la iglesia en diferentes momentos de la historia ha sido la más grande de todas, prueba de ello es aquel episodio del año 320 d.c cuando la iglesia vendió sus principios a Constantino lo que la convirtió en la iglesia oficial y al mismo tiempo convertiría en todos su templos en muladares malolientes. En el caso de la iglesia protestante solo es necesario recordar aquel episodio en el que la iglesia Luterana en Alemania se acogió y aprobó el régimen Führer lo que nos muestra que los gritos de la iglesia por la “inmoralidad” actual son una pantomima bochornosa e inconsecuente.
A pesar de lo anterior, puede decirse que la iglesia ha cumplido bien o mal un papel en la sociedad como ente vertebrador de la misma, lo que no puede soslayarse de ningún modo, pero valdría la pena pensar en una iglesia cuyas acciones y preocupaciones están enfocadas en la dignidad humana, en el valor de la vida, en el oprimido, en el desvalido etc. pues estos también son asuntos morales que a mi parecer son mucho más relevantes y que necesitan por parte de la iglesia intervenciones serias y responsables para lograr construir dinámicas religiosas dignificantes y liberadoras para el ser humano.
Por: Th Alvaro Otero.
Cambios por: Jabes Nahúm
|