Septiembre 14 de 2011
NUNCA SERÁ SUFICIENTE[1]
No son suficientes las palabras para expresar nuestro amor hacia el inescrutable Creador de todas las cosas, todos los entes, todos los seres. (Me imagino que todo el que esté leyendo estas palabras es cristiano o de algún modo ha oído algo sobre esa religión; sin embargo puede haber alguien que no sienta ese amor que acabo de mencionar, si ese es tu caso, te convido a que sigas estas letras para que conozcas lo que los cristianos sentimos). Un “te amo”, “eres todo para mí”, “te entrego mi vida”, “te alabo”, “te adoro”, y demás expresiones verbales son insuficientes para hacer evidente el fuego[2] que hay en nosotros, producto del amor que sentimos hacia él.
Tampoco son suficientes los actos que podamos hacer para hacerle entender cuánto le amamos: cultos o misas, santa cena o eucaristía, cantos o himnos, predicas u homilías, cleriman o corbata, saco o sotana, ofrendas o diezmos, ninguna de estos rituales y/o costumbres son suficientes para demostrar cuán importante es nuestro Padre, ese que nunca se atrevería a abandonarnos[3], para nosotros.
Menos aún es la caridad hacia nuestro prójimo para demostrar nuestro amor al Gran YO SOY[4]. Ir a las cárceles, darles comida a los hambrientos, darles un abrazo a los huérfanos, orar por los enfermos, enseñar el abecedario a los analfabetos, brindar cuidado y cariño a los desposeídos, acompañar a los desamparados, alentar a los jóvenes, escuchar a los viejos, regalar una sonrisa en tiempo de crisis, crear estrategias de empleo para las prostitutas y los ladrones, en fin. Todas esas manifestaciones que hacemos en pro del prójimo, resultan poco para demostrarle al Todopoderoso el tanto amor que le tenemos.
Es tal vez producto de este pensamiento de insatisfacción (al no poder demostrar todo nuestro amor) que nos estancamos y terminamos no haciendo nada; porque al fin y al cabo, nada es suficiente. Otros deciden quedarse en el plano estético de manifestar el amor con la manera más sencilla posible, es decir, con las solas palabras. Sin tener un compromiso real con ese amor que se siente, de este modo, se quedan en puros emocionalismos. (Haciendo un paralelo extraño, podría decir que esta es la época de la conquista).
Por otro lado, están las personas que se quieren comprometer de algún modo con ese amor y deciden pasar al plano ético. Estas personas comienzan una serie de rituales para cumplir con lo éticamente correcto, se quedan en el cumplimiento de la ley sin transcenderla. Estas personas no viven sólo de la emoción, ya que están dispuestos a cumplir con lo que socialmente está bien aunque ello implique tener que incomodarse un poco. (Siguiendo con el paralelo extraño, esta sería la época de noviazgo).
Pero son pocos los que llegan a la etapa religiosa, etapa la cual trasciende lo estético y lo ético (no olvidándolo, sino complementándolo). Estas personas no sólo se conforman con hacer lo socialmente considerado bueno, sino que están dispuestos a demostrar el amor así ello implique verse mal ante la sociedad (o, por lo menos, no ser apoyado por ella). Estas personas han entendido que aunque no haya manera de demostrar el amor que se tiene hacia Dios, debemos hacer todo lo posible para demostrar dicho amor. Como nada es suficiente, entonces tenemos que hacer más; éste es el compromiso del cristiano. (Terminando con el inusual paralelo, esta sería la época de matrimonio).
Conociendo estos tres estadios, a saber: el estético, el ético y el religioso, podemos entender un poco más la cristiandad de hoy en día. Esto nos permite entender la diversidad de cristianos que uno se encuentre dentro y fuera de las iglesias. Puede que en este punto te hayas identificado con alguno de los tres estadios, sin embargo, puede que no te encuentres en ninguno. Por lo tanto, te invito a que reflexiones sobre el estadio en que creas estar, tu mismo sabrás si te queda algún desafío o no.
Si no eres cristiano me alegra que hayas leído este texto, ya que te permitirá conocer un poco más el significado de ser cristiano, contrario a lo que muchos pseudo-cristianos enseñan hoy en día.
Nota: En este mes del amor y la amistad, nada mejor que reflexionar sobre el amor más importante. Y para el gusto de ustedes, les recomiendo que apliquen las palabras antes dichas con sus relaciones y hagan las correspondientes analogías, que les permitirán vivir de manera más comprometida y también reconocer si sus amores y sus amistades están viviendo de manera comprometida con ustedes
[1] Me permito en el presente escrito utilizar los tres tipos de existencia que las personas pueden experimentar según Kierkegaard, a saber, el estético, el ético y el religioso; aplicándolos sólo al campo espiritual.
[2] “Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude” Jeremías 20:9
[3] “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.” Salmos 27:10
[4] “Y respondió Dios a Moisés: Yo soy el que soy. Y dijo: así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros” Éxodo 3:14
POR: DANIEL TAPIERO |
