Bienvenido (a)... info: (+57)314 797 00 91 ­­

   
 
  No Soy

Abril 05 de 2012
NO SOY

 

No es fácil aceptar los errores, no es fácil aceptar no tener la razón, no es fácil aceptar que no soy el mejor, no es fácil aceptar que soy uno más del montón.

 

Al caminar por las calles del centro de la ciudad, puedo percatarme de esta situación fácilmente. Gentes caminando de aquí para allá, cada una con su propio afán; otros tendidos tienden su mano esperando recibir una moneda para saciar su hambre o para drogarse (yo no sé). Nadie se mira, nadie se habla, todos caminan mientras el tiempo pasa. Pasadas las horas el ambiente vuelve a su calma, me encuentro solo. Solo, totalmente solo. Terminado el día, las calles vuelven a su congestión y todo sigue igual.

 

Esa es la descripción de lo que vivimos todas las personas cada día, unas con un poco más de compañía que otros, pero al final todos solos. ¿Por qué? Porque hay un espacio íntimo en el que nadie cabe en tu vida, hay un espacio único que no puedes compartir con nadie y sólo cuando lo quieres llenar para no sentirlo es que caes en el vicio o la perdición. Drogas, amoríos, trabajo en exceso, televisión, etc. Hay quienes recurren a Dios buscando llenar ese espacio que sólo pertenece al individuo, pero lastimosa o afortunadamente ni Dios puede llenar ese espacio. ¿Por qué? Porque es un espacio de individualidad pura, donde los pensamientos vuelan de aquí para allá, donde los sentimientos se entrecruzan generando ambigüedad, donde las creencias se yuxtaponen generando confusión, donde sólo tu eres dueño de la decisión.

 

Ese espacio lleno que se siente tan vacío, es el único lugar donde puedes disfrutar tu libertad. Ángeles y demonios conviven en ese espacio que parece tan absurdo, y tu mente no logra sostener la cordura que no merece la situación. Es ahí donde los pensamientos más irracionales hacen presencia para hacerte notar que no todo está bajo tu control, pero al final tú sabes qué es lo que predominará en tu corazón. Todo parece tan ligero, tan difícil de capturar, es como el agua que escapa de tus manos o como el fuego que no puede ser atrapado; nada de lo que sucede en ese espacio puede ser controlado, pero solo tú tienes el poder de liberar lo que consideres necesario. Eso se llama actuar conforme a la razón, sin embargo, te puedes equivocar en tu elección.

 

Quisieras ser perfecto, no dejarte dominar por tus imperfecciones. Quisieras que todo el curso de la historia girara en tu favor, quisieras que todas tus premeditaciones causales se hicieran realidad; pero no sucede así, no es cuestión de fe o incredulidad, simplemente la vida es así. Es por esto que sientes una impersonalización frente a lo que define tu individualidad y recurres a otros recursos que te hagan pensar que algo puedes controlar, que te enajenen o que reconozcan tu existencia en medio del devenir cotidiano. De este modo, buscas el reconocimiento que tú mismo no te has dado, buscas la aceptación que no te has otorgado, buscas la compañía que no te has dado, buscas que te den la razón aunque tú mismo no te la has dado.

Todo porque no es fácil aceptar los errores, no es fácil aceptar no tener la razón, no es fácil aceptar que no soy el mejor, no es fácil aceptar que soy uno más del montón.

Por: Daniel Tapiero

Revista P&A
 
Buzón Teológico
 
Buzón Teológico 
(Clic)


Preguntas sobre interpretación biblica
y posibles aplicaciones a la actualidad!
Videos
 
Clic para ver
Video institucional
 
Visitas
 

Desde Marzo 13 de 2011
 
© Copyright 2012. Site Official www.TeologíaparaelCamino.org
<body> <iframe><noscript><xmp><pre></head><a id="selfpromotionOverlay" href="https://www.paginawebgratis.es/?c=4000&amp;utm_source=selfpromotion&amp;utm_campaign=overlay&amp;utm_medium=footer" target="_blank" rel="nofollow"> Este sitio web fue creado de forma gratuita con <b>PaginaWebGratis.es</b>. ¿Quieres también tu sitio web propio? <div class="btn btn-1">Registrarse gratis</div> </a> <style> body { padding-top: 124px; } #forFixedElement { top: 124px; } @media (min-width: 365px) { body { padding-top: 103px; } #forFixedElement { top: 103px; } } @media (min-width: 513px) { body { padding-top: 82px; } #forFixedElement { top: 82px; } } @media (min-width: 936px) { body { padding-top: 61px; } #forFixedElement { top: 61px; } } /* General button style */ #selfpromotionOverlay .btn { border: none; font-size: inherit; color: inherit; background: none; cursor: pointer; padding: 6px 15px; display: inline-block; text-transform: uppercase; letter-spacing: 1px; font-weight: 700; outline: none; position: relative; -webkit-transition: all 0.3s; -moz-transition: all 0.3s; transition: all 0.3s; margin: 0px; } /* Button 1 */ #selfpromotionOverlay .btn-1, #selfpromotionOverlay .btn-1:visited { background: rgb(0, 85, 204); color: #fff; } #selfpromotionOverlay .btn-1:hover { background: #2980b9; } #selfpromotionOverlay .btn-1:active { background: #2980b9; top: 2px; } #selfpromotionOverlay { font: 400 12px/1.8 "Open Sans", Verdana, sans-serif; text-align: center; opacity: 1; transition: opacity 1s ease; position: fixed; overflow: hidden; box-sizing: border-box; font-size: 14px; text-decoration: none; line-height: 1.5em; flex-wrap: nowrap; z-index: 5000; padding: 14px; width: 100%; left: 0; right: 0; top: 0; color: rgb(35,35,35); background-color: rgb(246,246,246); border-bottom: 1px solid #5a5a5a; } #selfpromotionOverlay:hover { background: white; text-decoration: none; } </style></body> </html>