Marzo 16 de 2012
Toleradme un poco de imaginación II…
Jabes Nahúm Parra
Su realidad se torno oscura, hasta la soledad le dijo adiós, pues su vida y su ser se llenaron de ausencia, una mezcla entre rabia y tristeza permearon su alma guerrera; con el paso del tiempo este ser valiente y fuerte se convirtió en un ser malvado e irascible. Su sentimiento de dolor en contra del destino y del mundo se hizo tan grande que inicio una guerra para vengar la muerte de su amada, sin saber que ella estaba viva y prisionera en el otro lado de aquel desordenado lugar.
Posterior a esto, se auto declaró rey y dios de todo el planeta, extendiendo oscuridad, desolación y tristeza por toda la tierra, exterminó a casi todo ser viviente en nombre del dolor, su ira la conoció cada ser humano que estaba en su camino, pero un día entre sus tantas guerras y travesías, hallo una población, un grupo de mujeres cautivas, esclavizadas por un ser maligno al que dichas mujeres adoraban para permanecer vivas. Este ser tenía la misma fuerza y habilidad de este rey y dios y por lo tanto controlaba todo a su alrededor.
Al llegar Yoel (pues así se llamaba) a aquel territorio olvidado de la luz solar, reconoció aquel rostro que se escondía detrás de una agobiante apariencia, y al ver al que era amo y señor del lugar, notando que sus fuerzas y poderes eran iguales, tomó una decisión para evitar una lucha, ya que de ejecutarse esta, el mundo entero se vería afectado y ahí su amada si dejaría de respirar; Optó por una decisión que pocos entenderían; llamó al amo y señor del lugar, aquel ser maligno se le acercó prevenido de cualquier ataque sorpresa.
Yoel pronunció unas palabras diciendo: “todo lo que existe es mio y gobierno sobre el, pero nada me interesa sino está ella conmigo, todo te lo doy, sedo mi corona y tu serás soberano sobre todo el olimpo si solo una petición me concedes; déjame ir con Ainia (nombre de la amazona) lejos de aquí".
Su propuesta fue aceptada de inmediato, ya que la ambición era mucha y dejándoles ir, partieron lejos, muy lejos.
Estando Juntos, Ainia convencida del Amor de Yoel, le agradeció su sacrificio al despojarse de todo por ella, a lo cual él le respondió: “Todo era nada para mí sino estabas conmigo”, vámonos lejos y yo construiré un mundo para ti, donde seamos los dos y nadie más invada o permee nuestra felicidad.
Desde entonces se dice que esta leyenda era muy usual para animar y fortalecer los amores que parecían imposibles de ejecutar.
¿Estarías dispuesto (a) a sacrificar lo que te significa mucho, en nombre del "amor"? |